La historia de Noé la encontramos en el libro de Génesis, en los capítulos 5-9. Es imposible separar a Noé del “arca de Noé” o del “diluvio universal”, y aunque estos eventos son los principales, la vida de Noé nos deja otras enseñanzas con ella.
En esta serie de estudios bíblicos sobre la vida de Noé, intentaré ir en orden cronológico de los eventos sucedidos en la historia de Noé. Como siempre encontrarás un índice de temas al inicio de este artículo para facilitar la búsqueda de información.
Recordarte que este es un estudio bíblico sobre la vida de Noé que está dividido en diferentes lecciones.
- ¿Quién fue Noé? (estas aquí)
- El arca de Noé
- El pacto de Dios Con Noé
- La Biblia y El Arcoíris
- La embriaguez de Noé
- Los Hijos de Noé
¿Qué significa Noé?
Noé (נֹהַ en hebreo) significa descanso o consuelo. Podemos ver esto en Génesis 5:28-29
28 Vivió Lamec ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo; 29 y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos, a causa de la tierra que Jehová maldijo.
En la Biblia encontramos este patrón que se repite continuamente. Los nombres son más que palabras bonitas que les gustaban a los padres. Ya vimos esto en Adán y Eva y Caín y Abel.
En la Biblia los nombres llevan consigo un significado que marca la vida de estas personas, un significado que da propósito a sus vidas. Esto lo vemos confirmado también en Noé. Su padre, Lamec, sin quizás saber lo que ocurriría algunos años después ya fue inspirado a llamar a su hijo Noé y dijo “Este nos aliviará de nuestras obras y del trabajo de nuestras manos”.
Lamec, en cuya mente estaba la promesa original(Génesis 3:15), creía que su hijo sería el Libertador que debía «aplastar la cabeza de la serpiente» y, al hacer una expiación por el pecado, librando así a los pecadores de las consecuencias penales de la caída.
Lamec tenía esta esperanza, aunque imagino que no sabía que la manera en que Dios los aliviaría de sus obras y del trabajo sería por medio de un diluvio universal. Pero este punto si nos indica que había fatiga y pesadumbre por la manera en que vivían, sabiendo que esto provenida por la maldición de Jehová sobre la tierra (Gen 3:14-19).
Hijos de Noé
Y siendo Noé de quinientos años, engendró a Sem, a Cam y a Jafet. Génesis 5:32
Por lo tanto vemos que Noé tuvo tres hijos:
- Sem
- Cam
- Jafet
Tengo un estudio bíblico sobre los hijos de Noé y que ocurrió con ellos, que te aportará mucha más información sobre ellos.
¿Quién Fue Noé?
Resumiendo, Noé fue un hombre justo en medio de una generación y sociedad depravada.
Asumiendo que no hay pausas generacionales, Noé representa la décima generación desde Adán. Lo que nos muestra que en solo 10 generaciones el mal reinaba completamente sobre la tierra.
Desde el principio, vemos que Noé va a ser alguien especial, ya que él es el único miembro de esta genealogía cuyo nombre se explica. Aprendemos rápidamente que Noé debía aliviar a la tierra de los resultados sin restricciones de la caída del hombre.
A medida que aumenta la injusticia en todo el mundo, Dios acusa a la humanidad con estas palabras:
Y vio Jehová que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Génesis 6:5
Y dijo Jehová: Raeré de sobre la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo; pues me arrepiento de haberlos hecho. Génesis 6:7
Noé Pregonero de Justicia
Sin embargo, incluso en esa situación, hay esperanza: «Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.» Gen 6:8. A pesar de la maldad desenfrenada que aumentaba exponencialmente en la tierra, hay un hombre que se destaca, un hombre cuya vida se caracterizó por la gracia de Dios sobre él. Noé encontró gracia en el Señor. Dios estaba a punto de enviar un juicio sobre el mundo por su maldad, pero extendió su gracia salvadora a Noé y su familia.
Génesis 6:9 marca el comienzo de la narrativa del diluvio universal, y es aquí donde aprendemos más sobre la vida de Noé. Aprendemos que Noé fue un hombre justo, sin mancha en su generación, y que caminó con Dios. Casi se puede ver una progresión de espiritualidad en esta descripción de la vida de Noé.
Al decir que Noé era justo, sabemos que fue obediente a los mandamientos de Dios (lo mejor que pudo y los entendió en ese momento). Fue irreprensible en su generación, destacando entre la gente de su época. Mientras el pueblo se dio al libertinaje, Noé vivía una vida ejemplar. Los que nos muestra que podemos vivir vidas ejemplares y de testimonio aun estando en medio de la sociedad más perversa.
Vemos la vida obediente de Noé demostrada en su disposición a obedecer sin cuestionar los mandamientos del Señor con respecto al arca (Génesis 6:22; 7: 5, 9; 8:18). Considera que Noé y su generación probablemente nunca antes habían visto llover, sin embargo, Dios le dijo a Noé que construyera una gran embarcación marítima estando lejos del mar.
La fe de Noé en Dios fue tal que obedeció de inmediato. La vida intachable de Noé se manifiesta cuando obedece al Señor a la luz del día de la ira que se acerca. El apóstol Pedro nos dice que Noé fue un «pregonero de justicia» (2 Pedro 2:5), y el autor de Hebreos dice que «y por esa fe condenó al mundo» (Hebreos 11:7) a través de sus acciones justas.
Durante el largo retraso del juicio venidero (100 años), Noé continuó obedeciendo fielmente al Señor. Como evidencia de su caminar con Dios, después del diluvio, Noé construyó un altar y ofreció sacrificios a Dios (Génesis 8:20). La adoración era una parte central de la vida de Noé.
En el siguiente artículo relatamos los acontecimientos de la construcción del arca y el diluvio universal.
