El costo de la obediencia.
Al comienzo de la historia de Abraham, Dios le ordenó a Abraham que abandonara su país natal y que fuera, por fe, a la tierra que Dios le mostraría, ofreciéndole bendiciones si obedecía. Pero esta vez, no hay una bendición enumerada bajo la petición de obediencia, y la demanda es mucho más difícil.
El capítulo 22 de Génesis comienza anunciando la intención de Dios de probar a Abraham una vez más (v. 1). Dios lo llama y Abraham responde rápidamente: «Heme aquí». Después de esta breve introducción, Dios realiza su petición:
“Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.(Gn 22:2).
Observe cómo Dios resalta el costo para Abraham por las múltiples descripciones de su relación especial con Isaac. Como si necesitara un recordatorio, se refiere a Isaac como «su hijo», pero luego lo llama «tu único», y finalmente “a quien amas”.
Abraham tenía que llevar a Isaac a la región de Moriah, un lugar cerca de la futura ciudad de Jerusalén. Una vez allí se tendría que dirigir a una montaña específica en Moriah que Dios elegirá y le mostrará a Abraham y en esa montana debe ofrecer a Isaac como holocausto.
Para los que no conocen el significado Holocausto es: Antiguo sacrificio religioso, especialmente entre los judíos, en que se quemaba la víctima completamente. Siempre era una víctima animal.
¿Cuántos años tenía Isaac Cuando iba a ser Sacrificado?
No sabemos cuánto tiempo pasó desde los eventos en Génesis 21, por lo que los académicos solo pueden especular sobre la edad de Isaac.
No está claro cuántos años tenía, aunque tenía que tener la edad suficiente para cargar la madera y notar la ausencia del animal sacrificado Gn 22:7.
Podría ser tan joven como seis o siete años, aunque muchos intérpretes a través de las edades lo han visto como un adolescente o un adulto joven, lo que lleva a especular aún más sobre su papel y comprensión del sacrificio.
Solo por el hecho de que podía llevar la madera significa que Isaac habría podido resistir el intento de su anciano padre de sacrificarlo. Por lo tanto, a través de los tiempos, los intérpretes han sugerido que Isaac mismo participó en este acto de obediencia voluntariamente. Nuevamente, no podemos estar seguros, ya que el texto en sí no lo deja claro.
¿Sabía Abraham que Dios proporcionaría un sustituto?
Podemos especular sin cesar sobre lo que pasó por la mente de Abraham esa noche. Quizás estaba enojado, deprimido, confundido o alguna combinación de estas emociones. Lo que sí se enfatiza es la pronta obediencia de Abraham al mandato divino, ya que empezó rápidamente con los preparativos para el viaje.
Abraham no pierde el tiempo, partiendo temprano en la mañana no solo con Isaac sino también con dos sirvientes. En cuanto a los suministros, solo escuchamos que Abraham trajo la madera de Gerar.
Volveremos a Vosotros
Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. Gn 22:5
El viaje de Gerar a Moriah tomó tres días. Cuando Abraham vio el lugar, ordenó a sus sirvientes que se quedaran con el asno mientras él e Isaac iban solos al lugar del sacrificio. Es sorprendente que Abraham dijera a los sirvientes «adoraremos, y volveremos a vosotros»
¿Qué estaba pasando por la mente de Abraham cuando le dijo esto a sus sirvientes? De manera típica, el narrador de Génesis informa la declaración sin comentarla ni evaluarla. ¿Estaba Abraham engañando a los sirvientes por vergüenza, guardando explicaciones hasta más tarde?
Teniendo en cuenta la naturaleza de la relación Amo-Siervo en ese momento, parece poco probable que Abraham les deba tal explicación. Una mejor comprensión, aunque no es segura, nos lleva a detectar una nota de esperanza en la voz de Abraham cuando les dice que tanto él como Isaac volverán a ellos.
Dios mismo proveerá el cordero
El mismo tipo de ambigüedad atiende al intercambio entre Isaac y Abraham mientras hacen el ascenso final por la montaña. Isaac tiene una pregunta para su padre: “El fuego y la leña están aquí… Pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? Gn 22:7
Abraham responde: «Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío.» (Gn 22: 8).
¿Podría ser que Abraham estuviese desviando la pregunta de Isaac para evitar tanto emocional? Es posible, aunque no lo podemos saber con seguridad.
Una vez más, no podemos estar seguros, de que pensaba o no pensaba Abraham, pero por sus actitudes parece haber cierta esperanza en que algo ocurrirá. Él está dispuesto a obedecer a Dios sin importar el costo, pero Abraham también sabe las promesas y milagros que Dios le ha hecho.
La esperanza era una cosa, pero la sumisión a la voluntad de Dios era el objetivo principal de probar la fe de Abraham(v. 9-11).
Podemos ver que el siguiente pasaje del Nuevo Testamento arroja luz sobre estos acontecimientos.
Por la fe Abraham, cuando fue probado, ofreció a Isaac; y el que había recibido las promesas ofrecía su unigénito, habiéndosele dicho: En Isaac te será llamada descendencia; pensando que Dios es poderoso para levantar aun de entre los muertos, de donde, en sentido figurado, también le volvió a recibir. Hebreos 11:17-19
Son esos momentos donde se demuestra quien tiene fe verdadera y quien no. Abraham tenía claro que por medio de Isaac le sería llamada descendencia, ya que eso era una promesa de Dios. Por lo tanto en vista de la situación y con fe en las promesas de Dios, Abraham tuvo que asumir que de alguna manera u otra, Isaac no podía morir y si lo hacía debía ser temporalmente.
Podemos ver la fe y obediencia de Abraham puestas a prueba de una manera fascinante y cual es el resultado de esta prueba.
Abraham pasa la prueba e Isaac vive
Cuando llegaron a la cima de la montaña en la región de Moriah, Abraham construyó un altar, como lo había hecho muchas veces en el pasado. Luego colocó la leña para el fuego encima y seguido ató a Isaac y lo puso en el altar sobre la madera.
El versículo 10 deja en claro que Abraham tenía la intención, aunque no el deseo, de continuar con el sacrificio: «Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo».
Cuando sus acciones indicaron su intención, el ángel del Señor gritó su nombre desde el cielo. El ángel del Señor a menudo representa a Dios mismo. La doble repetición («¡Abraham! ¡Abraham!») Muestra urgencia, lo que por supuesto es apropiado para la ocasión. Por segunda vez, Abraham responde a la voz celestial con un «¡Heme Aquí!» poniéndose a disposición del ángel y sus nuevas instrucciones.
El ángel de Dios dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.
En el caso de Abraham, su disposición a sacrificar a su hijo, quien representaba el cumplimiento de las promesas o su descendencia, muestra que estaba dispuesto a obedecer a Dios aun costándole todo. Esta es la obediencia que Dios espera de nosotros.
Un sacrificio sustituto
Tras las palabras del ángel, Abraham vio un carnero atrapado por su cuerno en un zarzal. Abraham tomo esto como una señal de que Dios estaba proporcionando un sacrificio sustitutivo.
Este evento le dio un nuevo nombre al lugar. La RV60 y muchas otras traducciones traducen el nombre de Jehová-jireh como «El Señor proveerá».
Dios había visto el gran acto de fe de Abraham. Pero tal vez el argumento más fuerte está aquí, el nombramiento puede ser la forma de enseñar de manera definitiva pero indirecta que Dios realmente ha provisto un sacrificio sustitutivo.
Con este sacrificio substitutivo nos referimos a Cristo, ya que él ha sido el sacrificio que nos ha salvado. Cuando Abraham estaba a punto de sacrificar a Isaac se escuchó una voz que dijo “DETENTE!” pero cuando clavaban a Jesús en la cruz y lo mataban no se escuchó un detente, sino un “CONSUMADO ES”.
Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu. Juan 19:30
Dios no le pidió a Abraham nada que el mismo no fuera a hacer en el futuro, entregar a su hijo en rescate por muchos.
Conclusión
Tal vez este fue uno de los momentos más duros de la vida de Abraham, pero después de estudiar esta historia podemos ver que Abraham obedeció hasta el final. Más allá de los hechos históricos, los lugares y el orden de los eventos que son importantes, debemos rescatar de este estudio bíblico la fe y obediencia algo sin lo cual es imposible que agrademos a Dios.
Aunque la fe es algo invisible, su demostración es visible. La fe debe producir en nosotros obediencia a Dios y su palabra.
Como siempre te invito a que puedas dejarme tus preguntas o comentarios abajo.